La Diputación Foral | 19 03 2022

El servicio de Viticultura y Enología considera que la añada 2021 fue “excelente” en Rioja Alavesa

Los técnicos de la Casa del Vino valoran que los nuevos vinos cuentan con “parámetros analíticos sobresalientes y análisis sensorial realmente satisfactorio” a tenor de las catas realizadas

Vitoria-Gasteiz, 19 de marzo de 2022. El servicio de Viticultura y Enología de la Diputación Foral de Álava ha concluido el estudio de los vinos producidos a partir de la vendimia 2021, lo que, unido al a la valoración global de la cosecha en Rioja Alavesa, los ha llevado a valorar la añada 2021 como “excelente”. Esa es la principal conclusión del informe elaborado por la Casa del Vino de Laguardia que subraya que “estamos ante vinos con parámetros analíticos sobresalientes y análisis sensorial, a tenor de las catas realizadas, realmente satisfactorio”.

                                   Valoración de la añada 2021 en Rioja Alavesa

Las lluvias durante el cuajado, la sequía estival y las providenciales lluvias de septiembre y octubre determinaron lo que será una añada excelente en Rioja Alavesa.

• Desarrollo de la campaña

La circulación de borrascas atlánticas en octubre de 2020 dejó agua y temperaturas más frías de lo habitual, lo contrario que en noviembre, mes en el que los anticiclones dieron lugar a nieblas en el valle del Ebro y precipitaciones reducidas.

El invierno empezó mostrándose como tal solo en diciembre y en los primeros días de enero. Es a partir del 6 de enero cuando una borrasca profunda, la llamada Filomena, irrumpió en toda España, dejando en las distintas zonas de la Denominación de Origen Rioja agua y nieve en cotas bajas. Después de este episodio y hasta finalizar el invierno las temperaturas fueron altas con ausencia de lluvias. Con todo esto, el balance de la estación invernal en Rioja Alavesa resultó con precipitaciones dentro de la normalidad y temperaturas suaves, con apenas dos olas de frio destacables en enero y marzo.

La primavera en Rioja Alavesa fue muy seca, especialmente el mes de abril, con precipitaciones acumuladas en toda la primavera reducidas a prácticamente la mitad de lo habitual en esta época del año. Respecto a temperaturas medias, tanto los meses de abril como el de mayo resultaron frescos, sin episodios de calor excesivo.

Al principio y mitad de abril, cuando el cultivo se encontraba en su mayoría en estado E (hojas extendidas), se produjeron heladas de radiación causando los daños de mayor alcance en las áreas más tardías y en hondones y vaguadas. Aunque en algunas cepas pudieron rebrotar nuevos pámpanos con capacidad productiva el frío temprano se traduciría en una reducción de rendimientos que afectó principalmente a la zona más occidental de Rioja Alavesa, Labastida y Salinillas, pero también al resto de municipios: Villabuena, Laguardia, Elciego, Navaridas, Leza, Oyón, Yécora, Kripan, Lanciego, Elvillar y Baños.

Después de la escasez de agua de abril y mayo, al final de este mes y en los primeros días de junio se produjeron tormentas con chubascos de agua de intensidad torrencial en buena parte de Rioja Alavesa, en algunas áreas con granizo. Hay que destacar por su gravedad las tormentas del día 3 de junio y 4 de junio cuando una sucesión de tormentas arrasó el valle del Ebro, con precipitaciones de agua y granizo que en algunos puntos alcanzaron los 50 litros por metro cuadrado en apenas media hora. El agua arrastró mucha tierra llevándose por delante caminos e infraestructuras y dejando anegadas las torrenteras y zonas más bajas. Además, como consecuencia de los impactos del pedrisco, muchas cepas quedaron prácticamente desnudas de vegetación con los consiguientes daños en pámpanos y mermas de racimos. Los perjuicios más fuertes se produjeron entre Lapuebla y El Campillar en parajes pertenecientes mayormente a Laguardia y también en Yécora, Barriobusto, Lanciego (Diaspro sobre todo), Elvillar, Oyón y Moreda.

Después de las tormentas de junio, los meses veraniegos, desde mediados de junio a septiembre, resultaron extremadamente secos, sin prácticamente una gota de agua, con lo que se abordaba la vendimia 2021 con un ligero retraso fenológico, expectativas de buena cosecha en cuanto a calidad, y escaso rendimiento.

El mes de septiembre se inició con lluvias que en Rioja Alavesa fueron muy bien recibidas al estar los racimos sueltos y sanos, lavando y engordando los granos muy mermados por la sequía.

En la segunda semana de septiembre entraron en bodega los primeros racimos de las variedades foráneas más tempranas pero varios episodios de lluvia alteraron la recogida del fruto lo que obligó a un receso momentáneo. No es hasta la última semana de septiembre cuando se generalizó la vendimia en Rioja Alavesa, con recogidas selectivas en los viñedos que habían llegado al óptimo de maduración o con riesgo de infecciones por botritis.

De nuevo, justo iniciado octubre, otro temporal de agua interrumpió momentáneamente la recogida. Afortunadamente el terreno y la vid faltos de humedad asimilaron bien el agua caída mientras que las temperaturas suaves durante el día y el predominio de brisas del norte mantuvieron la uva sana.

Estas condiciones junto con la gran amplitud de temperatura favorecieron la maduración que se fue completando pausadamente facilitando una recogida sostenida y selectiva durante las tres primeras semanas de octubre en toda el área de Rioja Alavesa. Durante la primera quincena de octubre se cortó lo mismo tempranillo que viura cuya maduración este año, debido a las lluvias, prácticamente se acompasó en la comarca.

Del 4 al 17 de octubre fue el momento de mayor actividad en la recogida en Rioja Alavesa pero no será hasta una semana después cuando se dé por terminada la campaña en la parte más occidental y en los viñedos más elevados.

En resumen, una vendimia la de 2021 que se alargaría hasta prácticamente noviembre, no sin sobresaltos por la meteorología cambiante; con varios episodios de lluvia, pero con final dichoso, al permitir que la uva completara plenamente su ciclo con una sanidad en general extraordinaria y en las mejores condiciones madurativas.

• Resultados y valoración de la cosecha

El Consejo Regulador cifra en casi 96,5 millones de kilogramos de uva amparada los elaborados en Rioja Alavesa en 2021, ligeramente más que en la cosecha de 2020 que fue también corta en volumen; de los cuales 77,9 millones de kilos han sido producidos en viñedos de Rioja Alavesa, 70,9 de uva tinta y 7 millones de blanca.

En esta vendimia 2021, más prolongada de lo habitual, la uva entró en bodega en general muy sana llamando la atención su color, muy por encima de la cosecha 2020, que ya fue buena en ese sentido.

Las lluvias abundantes durante la floración y el cuajado dejaron los racimos con granos sueltos, reduciendo los rendimientos y, en consecuencia, propiciando la sanidad y la evolución del ciclo madurativo. El buen estado sanitario se mantuvo durante el verano debido a condiciones favorables, principalmente de ausencia de precipitaciones, mientras que las lluvias acumuladas en junio contuvieron el estrés a niveles moderados en todo el periodo hasta la etapa final de maduración. Ya próximos a la vendimia la meteorología se alió con la calidad: el agua caída desde septiembre junto con temperaturas moderadas durante el día y frescas durante la noche dio lugar una evolución de la maduración lenta y progresiva.

A fecha de hoy los vinos que se han analizado en la estación enológica de Laguardia han completado la fermentación alcohólica sin mayores complicaciones, habiendo, la mayoría, terminado la maloláctica.

Los valores analíticos medios de los vinos tintos analizados en la Estación Enológica de Laguardia para el control de calidad desde el 1 de octubre de 2021 al 10 de marzo de 2022 son los siguientes:

Graduación alcohólica: 14,37% vol. Acidez total tartárica: 5.28 g/l pH: 3.70 Carga polifenólica, IPT: 63,97 Intensidad de Color: 13,74 Extracto seco total: 28,69 g/l

Los datos anteriores reflejan que el grado medio es elevado, lo mismo que la intensidad de color, la carga fenólica, y el extracto seco, con cifras por encima de cosechas calificadas como excelentes en la Denominación. El pH y la acidez total alcanzan valores en la línea de las últimas añadas en Rioja Alavesa.

En lo que se refiere al análisis sensorial, la generalidad de los vinos examinados por el comité de cata muestra cualidades muy prometedoras, tanto en nariz como en boca. Las muestras presentan color acusado y la fruta se manifiesta en toda su plenitud, resultando la gran mayoría vinos bien estructurados y equilibrados entre los distintos atributos, taninos muy redondos y un perfil aromático pleno de matices. Todo este conjunto de características hace augurar una cosecha 2021 de gran calidad para vinos jóvenes y con gran potencial enológico para guarda, lo mismo en tintos que en blancos.

Resumiendo, estamos ante vinos con parámetros analíticos sobresalientes y análisis sensorial, a tenor de las catas realizadas, realmente satisfactorio.

Se puede concluir a esta fecha que, de acuerdo con su potencial enológico, la valoración global de la cosecha 2021 en la zona de Rioja Alavesa según el Servicio de Viticultura y Enología de la Diputación Foral de Álava es: EXCELENTE.

La Diputación Foral Diputada foral de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Natural Agricultura

Nota de prensa

Descargar